“Me apasiona crear”. Con esta clara afirmación da comienzo una nueva edición Digital Women Begoña García-Zapirain, Investigadora Principal del grupo de investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto, eVida Research Group, y catedrática del mismo centro.

Licenciada en Ingeniería de Telecomunicaciones y Executive MBA por la Universidad del País Vasco (UPV), así como Doctora en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial por la Universidad de Deusto.

Begoña cuenta con más de 20 años de experiencia dedicados al ámbito de la salud, calidad de vida y bienestar, con más de 85 proyectos de investigación a nivel internacional a sus espaldas, 12 tesis doctorales dirigidas y más de 100 publicaciones científicas internacionales indexadas.

 

  • Creadora e investigadora principal de eVida Research Group, grupo de investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto y catedrática, ¿cuál es tu labor en el día a día? 

Mi día comienza feliz, despertando a mis hijos y preparándoles para ir al colegio con una sonrisa y un fuerte abrazo para que tengan presente que, junto con su padre, son lo más importante de mi vida.

Junto a la pasión por mi familia, el transcurso de mi día me lleva a otra de mis pasiones: trabajar en la Universidad de Deusto. En este contexto, llevo a cabo dos actividades principales. Por un lado, está la docencia, que consiste en dar clases y dirigir proyectos a estudiantes de grado, máster y doctorado. Esta tarea es muy gratificante ya que tiene como objetivo que, a lo largo de un semestre, los/as estudiantes se conviertan en profesionales competentes en el ámbito de las tecnologías de la información, electrónica y comunicaciones. Verlos crecer en lo profesional da una gran satisfacción.

Por otro lado, cuando acabo mis clases y tras un cafecito de descanso, subo al laboratorio de eVIDA Research Group. Allí me encuentro con el equipo de jóvenes investigadores/as que están trabajando en proyectos de investigación, haciendo sus tesis doctorales o sus proyectos fin de máster y/o grado; trabajando con ilusión en soluciones tecnológicas que, desde la ingeniería, ayuden a solucionar un problema o una necesidad en el ámbito socio-sanitario.

Actualmente estamos trabajando en un prototipo sensorizado que, apoyado en Inteligencia Artificial, permita detectar componentes alimenticios dañinos para la salud. Otro ejemplo, es el proyecto destinado a personas mayores con riesgo de niveles altos de “fragilidad”. Aquí abordamos intervenciones digitalizadas de juegos como terapia, tanto para la parte física, como la cognitiva, nutricional o relaciones sociales.

Al acabar la jornada, vuelvo a casa para reencontrarme con mi familia, intentando siempre conciliar el ámbito personal y el profesional. ¡Un gran reto!

 

  • Te decantaste por la Ingeniería de Telecomunicaciones en una época donde aún tenía mucho camino por recorrer. ¿Cuáles eran tus inquietudes y cómo han ido evolucionando con el paso de los años?

Sinceramente, escogí esta carrera porque estaba de moda. Recuerdo leer en una revista de actualidad que la Ingeniería de Telecomunicaciones iba a ser el futuro además de una carrera que se podría aplicar en numerosos campos. Esta transversalidad junto con mi pasión por crear y por la tecnología, me dieron el último empujón. Fue una vez finalizada la carrera y tras mi primera experiencia laboral, cuando decidí centrarme en la salud, calidad de vida y bienestar de la sociedad.

Realicé un Doctorado en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial por el valor añadido que esta tecnología aporta y puede llegar a aportar en el ámbito de la salud.  En este punto, dediqué mucho tiempo en seleccionar un tema propio, un tema que no estuviera ya investigado. Finalmente, me decanté por el colectivo de personas laringectomizadas, que son aquellas personas con dificultades para hablar debido a la extracción de la laringe por el cáncer de esta. Conseguimos mejorar la calidad de sonido que ellos/as emitían, dando lugar a mi primera experiencia de ingeniería biomédica. Fue aquí donde verdaderamente me percaté de que lo que habíamos aprendido en la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones, relacionado con el área de “procesado de señal”, iba a tener un papel fundamental en algo que era emergente en ese momento y que ahora es vital: la Inteligencia Artificial.

Con el paso de los años, te das cuenta de la importancia de tener una buena formación y una amplia red de contactos internacionales que te permitan trabajar en aquellos temas científicos con planteamiento global. Por ello, y dadas las dimensiones del equipo de investigación de eVida, entre 20 y 30 personas, en 2010 realicé un Executive MBA para estar formada de cara a la optima gestión global del equipo: contabilidad, personal, modelos de gestión, convocatorias de proyectos etc. Con esta base, y junto con mi equipo de investigación, lanzamos una estrategia de internacionalización que nos permitió tener activas líneas de investigación con equipos de países como USA, Francia, Irlanda, Finlandia, Polonia o Lituania, entre otros. Las actividades de networking internacional permiten activar líneas de investigación nuevas donde se combina el expertise de diferentes partners para la creación de algo nuevo. Sin duda algo apasionante, pero también debemos aprender a gestionar los fracasos a los que nos enfrentamos a menudo en el ámbito de la investigación.

 

  • Descubriste tu pasión por la investigación una vez iniciada tu carrera profesional. Cuéntanos, ¿cómo ha sido tu evolución hasta tu puesto actual?

Comencé mi carrera profesional en ZIV Aplicaciones e Ingeniería; una experiencia maravillosa. Sentía verdadera admiración hacia mis superiores por los conocimientos y la experiencia de la que disponían, algo que considero fundamental para poder disfrutar del trabajo. No obstante, me gusta crear, y en este crear, la empresa está algo más limitada ya que se debe a unos clientes y a un producto concreto. En este contexto, sentí la necesidad de una mayor flexibilidad para emprender temas nuevos.

Fue aquí donde, tras 4 años, me di cuenta de que lo que verdaderamente me movía era la investigación y que para dedicarme a ello, tendría que incorporarme a la universidad con la intención de hacer carrera académica. Es entonces cuando surgió una plaza en la Universidad de Deusto, apliqué y me seleccionaron. Mis primeros años los dediqué a preparar y dar clases en el Máster de Telefonía Móvil, formación que en aquella época era muy emergente.

Posteriormente, tuve la oportunidad de contar con dos compañeros de trabajo extraordinarios, y con los que aún continúo trabajando, con quienes descubrí mi verdadera pasión por la investigación. Juntos llevamos a cabo diferentes proyectos tecnológicos aplicados al cuerpo humano y bienestar de la sociedad, como la identificación de personas a través de la lectura de las venas de la mano por medio de un sensor, todo ello, con la intención de aplicarlo en un futuro en bebés prematuros sin necesidad de pulseras identificativas que puedan dañarles. Además, arrancamos la línea de “Procesado de imágenes médicas” con la aplicación de algoritmos sobre imágenes dermatoscópicas para un rápido diagnóstico del cáncer de piel.

Más adelante, para hacer sostenible económicamente la actividad de investigación del equipo, presentamos solicitudes de proyectos de investigación a instituciones públicas y en colaboración con empresas.

  • En eVIDA Research Group trabajáis en la investigación y en el desarrollo de herramientas y sistemas basados en las TIC para la salud. ¿Qué impacto pueden tener en la sociedad este tipo de herramientas?

Nos denominamos eVida Research Group por la unión entre la tecnología y la vida, entendiendo la vida no sólo como el ser humano, sino también teniendo en cuenta su ecosistema. Teníamos claro nuestra misión: hacer algo útil y moderno, y con esa premisa nos centramos en dos grandes áreas: la salud y calidad de vida.

El área de salud está centrada en el ser humano y profesionales sanitarios. Está compuesta principalmente por la aplicación de algoritmos matemáticos e Inteligencia Artificial a datos clínicos. Todo ello, relacionado con numerosas especialidades médicas como: dermatología, oncología, radiología, psiquiatría o cardiología, entre otras.

En el ámbito de calidad de vida, nos centramos en investigación aplicada con resultado de un producto y/o servicio de innovación. Aquí hemos colaborado mano a mano con empresas, poniendo en práctica prototipos tecnológicos.

Asimismo, trabajamos mucho en proyectos locales y autonómicos, pero también en colaboraciones internacionales. En este sentido, un proyecto a destacar es el realizado en colaboración con Estados Unidos y relacionado con las úlceras por presión. Junto a ellos, presentamos una patente de un algoritmo de Inteligencia Artificial para realizar un modelo predictivo de los tejidos dentro de las úlceras por presión. Hay que recalcar que la ciencia no es local, siempre tenemos que intentar ir con los mejores, más motivados y que sumen.

  • El dato es un elemento clave en numerosas áreas, adquiriendo aún más relevancia si cabe en el ámbito de la investigación. Cuéntanos, ¿qué papel juega en el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial?

El acceso al dato es clave, es el futuro. Se trata de algo imprescindible en el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial que solucionen problemas latentes en la actual y futura sociedad.

“El dato es un factor imprescindible en el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial que solucionen problemas latentes en la actual y futura sociedad”

Es importante disponer de datos de calidad que permitan entrenar a los sistemas de Inteligencia Artificial. No obstante, a día de hoy, el acceso a dichos datos es a menudo complejo, siendo aún insuficiente la oferta de Open Data. Deberíamos de apostar por la transformación digital de la sociedad incluyendo una recogida y acceso fácil a los datos anonimizados, respetando siempre la normativa vigente.

Sin embargo, no podemos olvidar que, junto a la importancia del dato, también se encuentra la importancia de tener claras las variables de salida, los elementos a predecir y el objetivo. Saber en qué se quiere contribuir, qué queremos hacer con los datos de los que disponemos y en qué contribuirá a la sociedad, es clave. Cuando hablamos de datos, siempre debemos tener claro el “para qué”.

  • Desde tu punto de vista, ¿cuáles han sido las tecnologías que más impacto han producido en tu entorno, tanto a nivel personal como profesional? ¿Cómo crees que impactarán en el futuro?

Creo en la salud 4.0. Tenemos que intentar integrar diferentes disciplinas dentro de la tecnología. Por ejemplo, la Inteligencia Artificial es una tecnología presente en la gran mayoría de nuestros proyectos y que tiene un potencial enorme, pero no me la planteo sola, sino integrada bajo el paradigma 4.0.

Cuando tenemos una necesidad y queremos diseñar una solución, es importante que lo hagamos dentro de este planteamiento, teniendo presente que cada tecnología, como la Inteligencia Artificial, tiene sus limitaciones. Tenemos que ser capaces de integrar lo mejor de cada tecnología en el resultado final.

Por otro lado, en cuanto a las líneas más “futuristas” en las que estamos trabajando, me gustaría destacar laComputación Cuántica, tecnología emergente que permitirá la implementación en tiempo real de multitud de nuevas aplicaciones y servicios que favorecerán grandes avances para nuestra sociedad.

  • El pasado mes de octubre formaste parte como ponente de la conferencia LEADERS IN TECH-BILBAO CONFERENCE VOL.2. Bajo tu experiencia, ¿cuál es el valor añadido de este tipo de iniciativas?

Disponemos de un gran número de mentes creativas entre las mujeres y es importante visibilizarlas. Es fundamental disponer y fomentar iniciativas donde “inspiremos”, como la conferencia LEADERS IN TECH organizada por INNOLAB Bilbao donde tuve el placer de participar en su segunda edición. Celebrada además en “casa”, en el Paraninfo de la Universidad de Deusto, y que contó con otras grandes profesionales y referentes del ámbito científico-tecnológico.

Ejemplo de ello, entre muchos otros, también es el premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga, premio creado por la Universidad de Deusto y en el que además fui galardonada en el 2015 junto al equipo con el Accésit.

Espero que las mujeres se sientan inspiradas, empoderadas, admiradas y apoyadas tanto por la sociedad como por su entorno y todo ello, como parte del futuro impacto de este tipo de iniciativas.

  • Por último… ¿Qué responderías al comentario “las chicas no tienen interés en la tecnología”? 

Aún existen ciertos prejuicios. Hoy en día el mundo de la ingeniería y la tecnología se sigue asociando a la figura masculina. Cuando yo cursé la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones, se trataba de una de las carreras donde más mujeres había, en torno a un 20%, un porcentaje alto para aquella época. No obstante, hoy en día tras más de 25 años de evolución, consultas las métricas y desgraciadamente no han aumentado demasiado e incluso en algunos casos ha llegado a disminuir.

Sin embargo, en la Universidad de Deusto ofertamos este año el grado de Ingeniería Biomédica y hemos comprobado con grandísima satisfacción que hay un porcentaje muy elevado de mujeres interesadas por esta ingeniería. Nos alegra enormemente que la apuesta de un nuevo grado en ingeniería, pero con la característica de estar centrado en el área de biología y medicina, haya resultado atractivo para muchas jóvenes estudiantes. La juventud que se sienta interesada por el ámbito de la salud pero que crea en el potencial de la tecnología, puede encontrar en este grado de ingeniería biomédica un reto personal inspirador de lo que será su futuro rol en la sociedad.

Muchas gracias Begoña por compartir tu experiencia e visibilizar el impacto que puede llegar a tener la tecnología y la investigación en el ámbito socio-sanitario. Ha sido un verdadero placer.


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