Nuestras empresas y especialmente nuestras industrias estaban en un proceso de adecuación a las novedades tecnológicas razonablemente ordenado, haciendo o intentando hacer compatibles versiones de aplicaciones y/o sistemas operativos obsoletos, pero que aún funcionaban, con esto que se venía en denominar Industria 4.0. Pero la rapidez y profundidad de los cambios tecnológicos aceleran la necesidad de adaptación.

Desde hace más de 32 años, en LKS Next venimos ayudando a múltiples tipologías de clientes y, especialmente a clientes industriales a anticiparse a sus problemas y a incorporar sistemas, soluciones, modelos y formas de hacer que les ayuden a mejorar sus resultados y ser más competitivos. También con la Industria 4.0, que vino para ofrecer oportunidades pero rompiendo paradigmas. Y empezamos a hablar de disrupción radical, de tecnologías facilitadoras…

Nosotros incorporamos esas tecnologías en nuestros servicios. Y así, somos capaces de aplicar la IA por ejemplo a procesos de selección de profesionales, desarrollamos con nuestra empresa de Iparralde una solución Optimate en laprevisión de la demanda y la planificación de compras en empresas de referencia del retail en Francia, trabajamos con naturalidad en la nube o con Big Data, gemelos digitales

Nuestras industrias estaban en esta evolución cuando, en paralelo, se evidenció que la IT y la OT no eran mundos estancos sino que estaban interconectados y que esto era ventajoso. Pero además de, entre otros, cambios en su organización y en sus procesos de trabajo, esa nueva realidad les hacía más vulnerables a los ciberataques. Ya no era sólo un problema ‘de los informáticos’, sino que los directores de producción tenían que tener controlada la vulnerabilidad de sus plantas. Y en LKS Next contamos con una empresa de ciberseguridad que responde a esas necesidades, con una clara especialización en las empresas productivas. En ello estábamos cuando surgió una nueva necesidad: esta nueva realidad IoT en la que aparatos envían datos a aparatos y no sólo en industria.

Imaginemos en un hospital donde desde los wearables de los pacientes o del personal sanitario hasta las máquinas de seguimiento de los enfermos conectados, pasando por los robots utilizados en las operaciones están interconectados envían datos sin mediación humana; necesitamos contar con ‘DNIs de componentes o de cosas’ donde, al igual que ocurre con las personas o las organizaciones en las transacciones y actuaciones on line en las que aplicamos herramientas de firma electrónica, necesitamos una solución de firma electrónica robusta y solvente que las empresas pueda incorporar y mantener en sus ‘things’. Y debía ser una solución accesible no sólo para las grandes multinacionales sino para el tejido pyme productivo. Y desarrollamos una solución propia que ya está en marcha. Conectamos procesos y sistemas y transformamos los datos en inteligencia, de manera segura.

 

 

Pero somos europeos. Y nos percatamos de que la sostenibilidad no era sólo medio ambiente ni sólo maquillaje. Y surgieron los ODS, y múltiples normativas en torno a la sostenibilidad con mayúsculas (Environment, Social & Governance), no ya como un imperativo social, sino también económico. ¡Por fín podíamos poner en valor nuestra cultura singular propia de nuestros valores cooperativos! Y aquello que ya estábamos haciendo desde nuestro equipo legal, nuestros expertos en procurement y operaciones, nuestros profesionales de procesos, incluso nuestros equipos de tecnología en diferentes entornos… se convertía en un producto completo.

En esto estábamos acompañando a nuestros clientes aportando soluciones cuando empezamos a hablar de computación cuántica en este país. Para esto fuimos más prudentes y nos acercamos a organizaciones y facultades para seguir de cerca su evolución.

Y cuando creíamos que ya nos habíamos posicionado en todas las tecnologías de vanguardia, de pronto surge la tecnología que ha venido a ser, dicen, «la madre de todas las disrupciones» que va a modificar el status quo de empresas, profesiones, sistemas educativos, servicios, programas informáticos… La IA Generativa, una tecnología aparentemente «democrática/al alcance de cualquiera».

Y comenzamos a trabajar con ella, pero sobre todo a preguntarnos, tanto entre nosotros con nuestros profesionales multidisciplinares o en encuentros con otros, como en los interesantes encuentros mantenidos en el seno de INNOLAB Bilbao con la Universidad de Deusto, preguntas del tipo:

  • ¿Qué servicios van a demandar las industrias cuando utilicen la IAG con normalidad?
  • ¿Cuál es la actividad nuclear de nuestros clientes, la que realmente les genera valor, si muchas de las cosas que hacen las pueden ‘resolver’ con rapidez desconocida utilizando aplicaciones verticales de IAG?
  • ¿Son nuestros clientes (o nosotros mismos) conscientes de que cuando utilizamos herramientas de IAG podemos estar regalando datos, conocimiento o información sensible de nuestras empresas o de nuestros clientes o proveedores a los propietarios de dichas herramientas?
  • ¿Dónde queda el escenario aún aspiracional de la Estrategia Europea del Dato con iniciativas como IDSA orientada, entre otros objetivos, a que las empresas puedan monetizar sus datos, en un entorno que respeta la soberanía del dato?

Estas y otras realidades están ya aquí porque NEXT IS NOW.

Artículo en Elcorreo.com

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