De convicciones claras, Estibaliz Barañano siempre tuvo la certeza de que su carrera profesional y la tecnología irían de la mano. En la actualidad es la Directora General de ASIMOB (Advanced Services in Mobility), startup que desarrolla soluciones basadas en Inteligencia Artificial para inspecciones automatizadas de seguridad en carreteras inteligentes.

Ingeniera Superior en Telecomunicaciones por la UPV/EHU y Executive MBA por Deusto Business School, Estibaliz cuenta con una experiencia de más de 15 años en departamentos de I+D de grandes empresas dedicadas a la gestión del tráfico y transporte (Ericsson, Schneider Electric, Kapsch TrafficCom…) y en las que ha tenido la oportunidad de trabajar en proyectos de alto componente tecnológico antes de dar el salto al mundo emprendedor.

Ella misma nos confiesa que no hay reto que se le resista, y es que, aquello que nos saca de nuestro campo de conocimiento, es lo que precisamente nos hace crecer.

  • Directora General de ASIMOB, ¿cuál es tu labor en el día a día?

Dentro del equipo me encargo de las tareas comerciales. Gestiono tanto las relaciones con clientes y socios, como las actividades destinadas a otorgar a la empresa una mayor visibilidad. En este momento estamos en la fase de despliegue, en la que es esencial realizar reuniones de prospección comercial, así como participar en eventos dentro del ámbito startup y relacionados con nuestro sector.

También dedico mi tiempo a la priorización de los desarrollos técnicos. En este caso, junto con mis compañeros, priorizamos e introducimos los desarrollos y mejoras detectadas a partir de las impresiones y comentarios recibidos por parte de los clientes. Además, echo una mano con las pruebas y tests.

  • Desde siempre tuviste la firme convicción de que tu carrera profesional giraría en torno a la Ingeniería. Queremos saber más, ¿cómo fueron tus comienzos en el ámbito corporativo hasta llegar a ocupar tu posición actual?

Al igual que muchxs otrxs profesionales, comencé mi carrera con una intención y posteriormente fui adaptándome a las dificultades y oportunidades que iban surgiendo.

Al finalizar la universidad, tenía un gran interés por el hardware. No obstante, en aquel momento tuve la ocasión de trabajar como becaria en el departamento de verificación de Ericsson; una de las empresas más punteras de Bilbao por aquel entonces en cuanto a tecnología se refiere. Fue allí donde comencé mi carrera como Ingeniera de Test, especializándome en compatibilidad electromagnética y ensayos de marcado CE de los propios equipos fabricados en la empresa.

Tras cuatro años en Ericsson, llegó la gran crisis de las tecnológicas, lo que supuso el cierre de su centro en el Parque Tecnológico de Zamudio. Sin embargo, años más tarde y tras dedicarme a otros proyectos fuera de ámbito corporativo, me surgió una interesante oportunidad en la antigua ‘Telvent Arce Sistemas’, actualmente parte del grupo austriaco “Kaspch TrafficCom”, dando el salto de vuelta a la gran empresa y siendo allí donde pasé los siguientes 15 años de mi carrera.

En mi caso, comencé como Ingeniera de Proyectos dentro del departamento de I+D, y más adelante como Jefa de Proyecto. También colaboré en proyectos de peaje, ticketing de transporte público, plataformas de gestión de movilidad urbana o vehículo conectado, los cuales fueron tanto internos como de desarrollo de portfolio para clientes e incluso de desarrollo colaborativo a nivel nacional y europeo. De hecho, durante los últimos años, me encargaba de la coordinación de los proyectos de I+D colaborativo de la empresa, liderando el grupo de intercambio de conocimiento sobre Inteligencia Artificial a nivel global.

Además, participé como co-mentora y mentora en las dos ediciones de Open Innovation realizadas con el objetivo de ayudar a diferentes startups a ejecutar proyectos conjuntos destinados a clientes.

A lo largo de estos años, viví grandes momentos de los que guardo buenísimos recuerdos. Sin embargo, tenía una gran inquietud por hacer algo nuevo, algo que me volviese a sacar de mi zona de confort, y fue en ese momento cuando surgió la oportunidad de incorporarme a ASIMOB.

  • Hablemos de los retos asociados al cambio laboral de corporate a startup, ¿cómo fueron tus inicios en el mundo emprendedor?      

El inicio de los 2000 fue duro para el sector. Con tan sólo la plantilla de Ericsson, ya eran muchas las personas con formación en distintas áreas de ingeniería y electrónica que nos quedamos sin trabajo en un período muy corto.

Esta circunstancia fue la que me impulsó a vivir mi primera experiencia en el mundo emprendedor. A falta de alternativas y junto a dos socios, creamos una pequeña consultoría de telecomunicaciones y radiofrecuencia en la que realizaba diferentes proyectos, principalmente para ayuntamientos y empresas desarrolladoras de producto. Fue duro, dado que teníamos pocos recursos, y emprender en aquel momento suponía para mí un salto al vacío. No obstante, fue la mejor decisión que pude tomar. Esta experiencia me permitió darme cuenta de que era capaz de hacer muchas más cosas de las que yo creía, lo que supuso un importante crecimiento a nivel tanto profesional como personal.

Aun así, el crecimiento de la empresa era tremendamente complicado. Por aquel entonces, no existía el concepto “start-up” y no se disponían de tantas ayudas y soporte para emprender como en la actualidad.

Por todo ello, la aventura con ASIMOB es muy diferente. Tras las experiencias vividas, cuento con un recorrido profesional, los socios tienen un perfil más experto y la financiación dispone de una mayor solvencia.

Ibon Aretxalde, Cofundador y Presidente de ASIMOB, y otros dos socios son compañeros de universidad, por lo que nos conocemos desde hace muchos años. Me ofrecieron la oportunidad de trabajar junto a ellos en un momento en el que me encajaba, ya que disponía de experiencia en diferentes ámbitos de los Sistemas Inteligentes de Transporte. También había estado en contacto con desarrollos de Inteligencia Artificial y contaba con formación en gestión, además de disponer de una gran inquietud profesional por hacer cosas nuevas y asumir nuevos retos. ASIMOB fue la oportunidad perfecta.

  • ASIMOB permite realizar las inspecciones automatizadas de seguridad en carreteras mediante visión artificial. ¿Cuáles son sus principales ventajas respecto a otros métodos?

Actualmente, las inspecciones regulares de carreteras se realizan de forma manual. Una persona se encarga de circular por diferentes carreteras, revisando miles de señales de tráfico verticales y cientos de kilómetros de firme, comprobando que todo esté en condiciones óptimas: señales y protecciones laterales en correcto estado, vías sin obstáculos sólidos o líquidos, vegetación, firme sin deformaciones que sean necesarias reparar, etc. Son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta, convirtiendo el proceso en una tarea compleja.

Por otro lado, cada varios años se realizan inventarios de las diferentes señales a consecuencia de la poca efectividad de las inspecciones visuales. Estos registros son realizados señal a señal, tomando nota de cada una de ellas, dando lugar a una tarea minuciosa, lenta y peligrosa en muchos casos.

Por ello, en ASIMOB automatizamos este proceso. Permitimos a los equipos de mantenimiento disponer siempre de toda la señalización bajo control de forma automatizada, recibiendo un aviso cada vez que alguna señal es modificada y poniendo a su disposición un mapa para comprobar las irregularidades, por pequeñas que sean.

También trabajamos en la monitorización de las líneas de carril. Con el conocimiento, y un rápido acceso al vídeo o imágenes del lugar, es posible tomar decisiones más acertadas para optimizar las actividades de conservación y asegurar un buen estado de las carreteras, factor clave para la seguridad vial.

  • No cabe duda de que la tecnología puede ser un aliado clave en la seguridad vial. ¿Qué impacto crees que tendrá en nuestras vidas?

En el ámbito de la seguridad vial, hay cuatro pilares fundamentales: el comportamiento de la persona que conduce, la seguridad de los vehículos, el buen funcionamiento de los servicios de socorro y emergencia y, por último, la infraestructura, que influye en una parte significativa de los accidentes.

Existen directrices de diseño y construcción de carreteras para minimizar los accidentes y sus consecuencias. Sin embargo, una vez construida, su buena conservación es fundamental para mantener la seguridad durante las décadas de vida útil de la carretera.

En este marco, diversos estudios demuestran que la medida más eficaz en cuanto a coste y beneficio para minimizar accidentes es la mejora de la señalización, tanto vertical como horizontal. La adopción de estas medidas que desde ASIMOB ayudamos a monitorizar, puede suponer la reducción de hasta el 87% de accidentes en tramos de alta siniestralidad. En cuanto al deterioro del firme, es mucho más económico reparar pequeñas irregularidades y grietas antes de su deterioro y necesaria obra civil.

Por otro lado, en ASIMOB queremos ayudar también a la preparación de las carreteras para la llegada de los vehículos autónomos, asegurando la buena visibilidad de la señalización. Además de mapas digitales, sus sistemas de navegación necesitarán poder detectar la carretera y sus normas con claridad y precisión.

  • A lo largo de su trayectoria, ASIMOB ha recibido numerosos premios y reconocimientos. ¿Cuáles han sido vuestros principales hitos? ¿Qué retos y oportunidades se os presentan?      

Estamos muy satisfechos del camino recorrido hasta ahora y del reconocimiento y premios recibidos a lo largo de él, tales como “MIT Enterprise Forum: Bilbao Best Startup Award” (2019), ser una de las 6 startups más disruptivas del País Vasco en el “Global Innovation Day” (2019), premio en el Congreso Español de ITS (Intelligent Trasnportation System) con el proyecto realizado con la empresa ALVAC, o “Innovation Quality Award” (Euskalit) o la participación en los programas de aceleración BIND4.0 y EIT Urban Mobility.

Son muchos los retos y oportunidades presentes, pero uno de los principales es darnos a conocer. En Europa, incluida España, más de la mitad de las muertes en accidentes de tráfico se producen en carreteras secundarias, las cuales no cuentan con ningún sistema tecnológico que ayude en su gestión y mantenimiento. Desde ASIMOB queremos mostrar que hay otra forma más eficaz y asequible de mejorar la monitorización de la infraestructura vial, recalcando la importancia deque el gran gasto que supone el mantenimiento de las carreteras se utilice de forma óptima.

  • ASIMOB forma parte de la familia de INNOLAB. ¿Cuál es el valor añadido de formar parte de esta plataforma de innovación abierta?

El trabajar junto a otras startups supone un gran apoyo. El intercambio de experiencias, recomendaciones o problemas es esencial, al igual que el apoyo que nos ofrecemos entre nosotras.

Por otro lado, el equipo de INNOLAB Bilbao está siempre dispuesto a ayudar en las necesidades que se van presentado, al igual que los socios que la componen, que cada uno es su área, tienen la mano tendida.

Además, está el disponer de instalaciones en Bilbao. Aunque el teletrabajo ha llegado para quedarse, y pese a las condiciones actuales, creo que el poder estar cara a cara, tomarnos un café y charlar sigue siendo no sólo conveniente, sino necesario. 

  • En tu caso personal, ¿cómo ha evolucionado tu “relación” con la tecnología a lo largo del tiempo y cómo crees que impactará en el futuro?

La tecnología me ha apasionado desde siempre, y hoy en día lo sigue haciendo. Usar el conocimiento y el ingenio a través de la tecnología para mejorar la vida de las personas me parece algo fascinante.

“Usar el conocimiento y el ingenio a través de la tecnología para mejorar la vida de las personas me parece algo fascinante”

Recuerdo la época en la que solo existía la televisión en blanco y negro o únicamente disponíamos de teléfonos fijos. También he visto nacer Internet, la telefonía móvil, el avance en las energías renovables o en la tecnología médica… Lo importante es que el foco del uso de la tecnología sea siempre el mismo: mejorar la vida de las personas.

Sin embargo, en ocasiones nos dejamos llevar por ‘hypes’. Cuando surge una nueva tecnología, se quiere aplicar para todo, y esta regla no siempre sirve. Por ejemplo, la Inteligencia Artificial puede ser de gran utilidad en muchos casos, pero debemos de prestar mucha atención en cómo y con qué información se hace uso de ella.

  • Si tuvieses que elegir un nombre, ¿quién sería tu mujer referente a nivel profesional?

Las mujeres referentes son un fenómeno reciente, lo que me alegra, al menos para generaciones más jóvenes.

En este sentido, no me atrevo a dar nombres. Se tratan de personas, que probablemente habrán cometido errores, hecho cosas desacertadas o incluso puede que no esté totalmente de acuerdo con todo lo que afirman. No obstante, creo que hay una generación de líderes a nivel mundial que, a pesar de sus aciertos y sus errores, son una referencia, como por ejemplo Jacinda Ardern.

  • Por último… ¿Qué responderías al comentario “las chicas no tienen interés en la tecnología”? 

Las mujeres, especialmente en las primeras dos décadas de vida, recibimos mensajes, normalmente sutiles, como: “tú preocúpate de otras cosas”, “la tecnología no es para vosotras”, “no es de chicas” o “no queda mono”

Tengo la esperanza de que esta tendencia vaya cambiando poco a poco, reflejándose en las matrículas de las carreras universitarias más técnicas. Según mi experiencia, esta reticencia a que las mujeres tengamos carreras técnicas es mayor fuera de los ámbitos industriales y tecnológicos, donde está más normalizado.

Muchas gracias Estibaliz por mostrarnos tu trayectoría, experiencia e impresiones sobre el impacto que puede generar el uso de la tecnología en el ámbito de la seguridad vial. Ha sido un placer.


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