Tras asentar las bases de su proyecto y demostrar todo el valor que su microchip puede aportar a sectores como la salud, la agricultura o la alimentación, BIOBEE se prepara para dar el salto internacional.

Lo que surgió como un proyecto de investigación dentro de la Universidad de Extremadura, se ha acabado convirtiendo en una de las ingenierías microelectrónicas con más potencial de nuestro país. Gracias al microchip (ASIC) único de esta startup se puede determinar la bioimpedancia de forma no invasiva ni destructiva, lo cual, junto a su bajo consumo y conectividad inalámbrica hace que resulte de gran utilidad en sectores como la salud, la agricultura o la alimentación.

Hemos hablado con sus fundadores para conocer más sobre su proyecto y su experiencia emprendedora.

  • ¿Qué es BioBee? ¿Qué problemas resuelve?

BIOBEE microelectronics es una compañía de Ingeniería Microelectrónica, que ha desarrollado un microchip (ASIC) único para la determinación de la bioimpedancia, o respuesta eléctrica de un medio biológico.

A diferencia de otros microchips en el mercado, el nuestro está diseñado para trabajar desde 1kHz a 1MHz y desde 1Ω a 2kΩ, lo que permite determinar de manera inmediata numerosos parámetros biológicos en diferentes sectores:

  • Salud: cardiología, hidratación, neumología y composición corporal 
  • Alimentación: cantidad de agua, sal, grasa y otros parámetros 
  • Agricultura: la cantidad de nutrientes en diferentes medios 
  • ¿Cómo surge la idea del proyecto? 

El proyecto surge de la Universidad de Extremadura, como transferencia de una investigación básica en el campo de la microelectrónica. Dado el potencial de la tecnología, se propone crear una nueva compañía para maximizar el impacto y potencial de su explotación.

  • Nos gustaría conoceros más, ¿quiénes estáis detrás de esta iniciativa?

La tecnología BIOBEE nace dentro de la Universidad de Extremadura en el 2012. Tras varios años de investigación básica, en 2017 BIOBEE comienza su actividad mercantil. 

El proyecto empresarial está construido en torno a un grupo de ingenieros electrónicos, desarrolladores de software, desarrolladores de sistemas embebidos y sistemas de comunicaciones de radiofrecuencia.

  • ¿Cuál es vuestra propuesta de valor? ¿Qué os diferencia?

Adicional a su rango de trabajo (1kHz a 1MHz y desde 1Ω a 2kΩ), su diseño único hace que tenga un bajo consumo y conectividad inalámbrica.

Esto permite un amplio rango de aplicaciones. Por ejemplo, ya se han validado con éxito frente a métodos de referencia, aplicaciones en sectores tan diversos como Salud (cardiología ambulatoria), Agronomía (agricultura intensiva) o Alimentación (control de calidad y producción).

  • Siendo un proyecto con base tecnológica ¿cómo estáis afrontando este contexto Covid-19?

El COVID ha disparado el interés y aplicación de la digitalización en la industria, lo que ha favorecido la implementación de tecnologías como la nuestra.

Por ejemplo, en el sector de los curados cárnicos, y más concretamente el Jamón Curado, los productores están utilizando nuestra tecnología de manera generalizada para el control de la producción y de la calidad.

  • Vuestra actividad ha evolucionado hacia diferentes campos como la agricultura, la alimentación y la salud. ¿En qué proyectos y/o aplicaciones estáis trabajando en la actualidad desde BioBee? 

En el campo de los elaborados cárnicos, hemos desarrollado una gama de dispositivos de mano basados en nuestro microchip. Estos permiten en segundos la determinación de la cantidad de sal, actividad de agua y cantidad de grasa.

Un ensayo que antes tardaba horas en realizarse y donde se debía destruir la pieza, se realiza ahora en segundos de manera no destructiva, lo que está acelerando la adopción de nuestra tecnología por el sector.

Igualmente estamos empezando a desarrollar su aplicación en el sector de conservas de pescado.

  • BioBee forma parte del programa de aceleración de INNOLAB Bilbao, ¿qué supone para vosotros trabajar en un entorno como este y en qué os ayuda?

INNOLAB Bilbao nos ha ayudado a acelerar el desarrollo de nuestro proyecto y a establecer contacto con grandes compañías y ecosistema emprendedor del entorno.

En el caso concreto del sector Salud, encontramos en IMQ un importante aliado para entender los retos generados por el COVID-19 y el potencial de acercar a la atención primaria un control no invasivo de la insuficiencia cardiaca y pulmonar. 

  • ¿Qué objetivos tenéis marcados? ¿Dónde veis el proyecto de aquí a un año?

Nuestro plan de negocio es ambicioso, y pasa por multiplicar por 20 las ventas en los próximos 5 años. Este año, y teniendo en cuenta el contexto actual en torno al COVID, ya hemos cumplido los objetivos de nuestro plan de negocio.

El próximo año, tenemos previsto multiplicar por 3 nuestras ventas, sentando las bases para la internacionalización del proyecto.

Podéis encontrar más información sobre BIOBEE en su página web.

Contacto: javier.ramos@biobee.tech